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Cuchulainn, Conchobar: el héroe guerrero en la mitología irlandesa

                         Cuchulainn es el héroe guerrero supremo de Ulaid (Ulster).

 Era hijo de Dechtine, hermana o hija del rey Conchobar, y de Sualtaim (o Sualtach Sídech) quien, al igual que su hijo, parece ser inmune al maleficio que trajo consigo Macha (figura típica de la "tercera función" indoeuropea, que dio su nombre a Emain Macha). Este maleficio confinó por espacio de tres meses al rey de Ulaid y a todos sus guerreros en Emain a fin de que no pudiesen acudir a la defensa de su provincia: un retraso que cuenta con paralelos en otros lugares. Cuchulainn era también el hijo del dios Lug (rey de los Tuatha Dé Danann durante su gran batalla), que acude en su ayuda durante sus combates más duros y ocupa su lugar durante tres días en uno de ellos. De niño, Cuchulainn es confiado a una nodriza en casa de su tía Findchoem, pero entonces cuatro guerreros le disputan a ésta ese honor y afirman sus derechos. Uno de ellos es Sencha, el siempre pacífico, el ollam (el noble) sabio e instruido, el juez, que se dirige al pueblo en presencia del rey y actúa también de árbitro en las batallas. Otro es Blaí el hospitalario, que reúne a los hombres de Irlanda, los acoge durante una semana, apoya todos sus viajes y robos, y los apoya también cuando son difamados o comprometen su honor. También está Fergus, que se ufana de su valor y de sus proezas, un campeón que oferece su protección contra todos los males. Y, por último, el poeta Amhairghin, que se gana la estima de todos por su sabiduría, su éxito, su edad y su elocuencia. Todos ellos participan en la educación del niño, de manera que éste acaba sobresaliendo desde el punto de vista de cada "función". Niño aún, derrota al ejército de los jóvenes de Emain Macha. Valiéndose simplemente de sus manos mata al perro salvaje del herrero Culann y ocupa su lugar como guardían, de donde le viene su nombre, el perro de Culann. A la edad de siete años, después de escuchar al druida Cathbad anunciar que la vida del joven que tomase armas aquel día sería breve pero de una gloria eterna, exige de inmediato las armas del rey y no acepta otras que no sean las del propio rey y su carro de guerra. Se dirige entonces valerosamente a tierra extranjera y desafía en combate a los tres terribles hijos de Nechta Scéne, quienes habían dado muerte a la mitad de los guerreros de Ulaid. Los masacra a los tres: al astuto que no puede caer bajo los golpes de un arma, al campeón que de no ser alcanzado por el primer golpe ya no lo será y al más joven, que se desplaza sobre el agua como una golondrina o un cisne. También ellos simbolizan las tres funciones. Para la velocidad del tercero, cf. Finn y los fiana. Cuchulainn regresa a Emain Macha ebrio de combate, amenazando tanto al amigo como al enemigo. Le son enviadas a su encuentro unas mujeres desnudas, que le sumergen en tres cubas de agua fría para calmarlo, después de lo cual es vestido con ropas frescas y le es asignado su lugar junto al rey.


La corte que le hace a Emer, la hija de Forgall, sobrino de Tethra, rey de los Fomoire, le lleva hacia otras aventuras igualmente extraordinarias y también a someterse a un duro entrenamiento militar en Alba. Tiene como instructores a Domnall el Belicoso y más tarde a la guerrera Scáthach ("Sombra"). La hija de esta última, Uathach ("Terrible") y su adversaria Aife (¿"Bella"?) se convierten una tras otra en sus amantes, y Conlaí, hijo suyo y de Aife, volverá más tarde a Ulaid pero sólo para ser muerto por su padre en combate singular: un relato del que se pueden hallar paralelos en las historias de héroes guerreros de los germanos y persas.
Durante la búsqueda épica de Donn Cuailnge, Cuchulainn solo, tras una larga serie de combates, detiene el avance del ejército de Medb que cuenta entre sus filas con numerosos exiliados de Ulaid (y entre ellos Fergus mac Roich), así como con un contingente de hombres llegados de las demás provincias de Irlanda. De apariencia juvenil e inofensiva, Cuchulainn se transfigura cuando la furia del combate se apodera de él. Su cuerpo tiembla de la cabeza a los pies como un junco a contra corriente. Su cuerpo es presa de tales convulsiones que parece que sus talones, sus pantorrillas y sus nalgas estén delante y sus pies y sus rodillas detrás. Uno de sus ojos se le hunde profundamente en la cabeza, el otro se le sale hasta la mejilla y la boca se le retuerce de tal modo que le cabría entera la cabeza de un hombre. En las nubes que hay por encima de su cabeza se ven chispas de fuego ardiente, sus cabellos se erizan terriblemente, como si fuesen un espino rojo, la luz del campeón sale de su frente como una piedra de afilar y de su coronilla sube una espesa columna de sangre negra que se asemeja al mástil de un gran navío.
Durante el festín de Bricriu, este personaje pendenciero (el opuesto a Sencha por el carácter) organiza una justa entre Cuchulainn, el guerrero supremo, y dos de sus camaradas de combate. El primero es Conall Cernach, su primo y hermano de leche, el hijo de Amhairghin el poeta y el nieto de Cathbad el druida. Las malas relaciones de éste con el pueblo de origen de su madre, los Connachta, son puestas de relieve en numerosas ocasiones, a pesar de que su madre sea hermana de Conchobar y de Dechtine. En la historia del cerdo de Mac Dathó se dice que durante trescientos años hubo una guerra entre Connachta y Ulaid (entre Connaught y el Ulster); en este relato, cuyo momento más dramático lo constituye un suelo verbal, Cuchulainn no aparece, pero Conall derrota a su tío materno, Cet de Connacht. Nótese que si, en el Táin, la primera hazaña de Cuchulainn, que consiste en podar de arriba a bajo una encina joven de un solo golpe y sirviéndose para ello tan sólo de un pie, de una mano y de un ojo, recuerda el singular "rito" de Lug en Mag Tuired, lo que se cuenta de Conall en las dos historias recuerda a Nuadu Airgetlám: al combatir con un adversario que ha perdido un brazo en un combate anterior, Conall, diferente en esto al adversario de Nuadu, acepta combatir con uno de sus brazos atado a su costado. Es más, en otro relato, el brazo que sostiene la espada le es arrancado a golpes al hallarse desprovisto de la protección del escudo que sostiene con el otro, que está herido: este solo hecho da idea de la intensidad del combate. El tercer pretendiente en el festín de Bricriu es Loegaire Buadach, yerno de Cochobar (cf. Culhwch). Loegaire significa "hombre-libre-de-ternera", del mismo modo que bó-aire significa "hombre-libre-de-vaca": se trata de términos prácticamente sinónimos. Este nombre aparece como el del antepasado más destacado de los Osraige en los confines de Lagin (Leinster) y de Mumu (Munster) (Loegaire Bern Buadach), de un antepasado de los reyes de Lagin, del antepasado de la rama meridional de la familia real Uí Neill, y de un príncipe de Connacht que renuncia al reino de su padre para habitar en un maravilloso lugar mágico (síd). El premio en juego en el combate comprende una cuba llena de vino, en la que podemos reconocer la primera "función", un toro (la segunda) y un jabalí y cien panes redondos de trigo cocidos con miel (la tercera). El juicio acerca del valor comparado de los héroes se celebra por turnos en Connacht, Mumu y Ulaid.

Medb de Connacht les regala a cada uno una copa, y la diferencia de tamaño de las copas marca el rango de aquel que la recibe. En Ulaid los rivales se enfrentan en un duelo en el que la cabeza de uno de ellos debe caer. En Mumu, la proeza que tan sólo Cuchulainn es capaz de llevar a cabo consiste en obligar, de noche y bajo pena de muerte, a un misterioso asaltante a conceder al héroe tres deseos pronunciados de un solo aliento: la soberanía de los guerreros de Ulaid, el papel de campeón y el derecho de precedencia de su mujer. Esta promesa hecha por un enemigo vencido recuerda la que le hace Loch a Lug al acabarse la batalla de Mag Tuired, la del gigante ladrón a Lludd, la de Llwyd a Manawydan (Pwyll) y la del conde del banco de niebla a Geraint (Arturo) - todos ellos personajes de la "tercera función".                        
                                                                                                     

Manawydan

De modo que las tres funciones aparecen entre los componentes de la Parte del Vencedor, en los tres rivales, en las provincias donde se emite el juicio, en el carácter de la hazaña requerida en cada provincia, y en la triple supremacía que aparece al final.
De los tres primos, hijos de tres hermanas, Cuchulainn, Conall y Noísiu, es Noísiu, hijo de Uisliu (quien se fuga con Derdriu, a la que Conchobar quería convertir en su mujer), el que posee las características de la "tercera función": belleza, pies veloces y un grito de guerra melodioso que agrada a todos los que le escuchan y hace que las vacas incrementen su producción de leche en dos tercios. La vida de Derdriu y de los tres hijos de Uisliu en los boques y en soledad, y los poemas cantados en honor de esta existencia, son muy semejantes a la vida y poemas de Fiana (Finn) y en muchos sentidos, toda su historia responde a la de Diarmait y Gráinne y a una leyenda galesa todavía más famosa, la de Trystan y Esyllt (Tristán e Iseo). Cuando un distinguido estudioso caracteriza la trágica historia de Derdriu como "la más bella de todas las historias de los Ulaid", tenemos perfecto derecho a pensar que su opinión se aparta de la tradición de Emain Macha, a menos que la belleza sea reconocida como un rasgo de la "tercera función".
II. Conchobar fue rey de la provincia guerrera, Ulaid, y reinaba en Emain Macha. Era hijo de Cathbad el druida. Pero también era considerado hijo de Fachtna Fathach, el rey de Ulaid. En una ocasión se habla de él como se haría de un dios de la tierra y su hermana Dechtine, madre de Cuchulainn, es también llamada diosa. Al igual que ocurre con Marte e Indra, se le asocia especialmente con las fiestas del año nuevo y el calendario. Obtuvo por primera vez la realeza del marido de su madre Ness, Fergus mac Roich, para el período de un año. En su mansión vivían 365 hombres, y cada uno de ellos proporcionaba la comida y la bebida para una noche. El propio Conchobar proporcionaba los alimentos en la fiesta de Samain, durante las calendas de invierno.
Se le llama el toro de la provincia y también sus gentes son comparadas con los toros. Conviene recordar que en las antiguas tradiciones de la India y de Roma, el toro simboliza el poder del combatiente. A pesar de que el "tercer estado" es tradicionalmente el de los criadores de ganado, el bó-aire de Irlanda, el típico propietario independiente, solía recibir de su señor una concesión feudal en forma de ganado, por la que pagaba una renta. De un modo parecido, a pesar de que la provincia del rey combatiente, Conchobar, fue Ulaid, Medb, que encarnaba la soberanía, fue reina de Connacht. Y aunque fueron los Tuatha Dé Danann quienes aportaron Fál, la peidra que revela al verdadero rey. De modo que, si bien los dos pueblos reales descienden del pueblo sin rey de Nemed, queda claro que cada "función" deriva su principio de la que le es superior en la jerarquía social.

  
Diccionario de las mitologías y de las religiones de las sociedades tradicionales y del mundo antiguo

Bajo la dirección de Yves Bonnefoy
                        

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