En otro tiempo, cuando todo árbol tenía nombre, cuando cada ciervo era reconocido individualmente, progresaron y se multiplicaron en el campo y en las aldeas, donde los campesinos trabajaban la tierra como antes lo hicieron sus padres. Se les conocía y nombraba por su nombre propio y eran numerosos y muy poderosos y jugaban un papel muy importante en la vida cotidiana.
En aquellos tiempos, los hombres no se consideraban los dueños supremos de nuestro planeta.
El mundo estaba poblado no sólo por los humanos y los animales sino también por los gigantes, dioses, monstruos, fantasmas, espíritus y elfos, muchos de ellos, tan listos, poderosos y fuertes como el hombre.
Un refrán de Somerset dice: "Ellum do grieve, Oak do hate, Willow do Walk, if Yew travels late". (El olmo produce dolor, el roble, odio, el sauce, camino y el tejo, los viajes demasiado tarde).
No se refiere a los árboles sino a los elfos que los habitan. El olmo, el roble, el sauce y el tejo son los hogares de los elfos, así como el pinabeto, el acebo, el pino, el fresno, el cerezo, el laurel, nogal, manzano, abedul y ciprés. Como el elfo nace directamente del árbol, toma sus características. Por ejemplo, el Bodach na Croibhe Moire se describe como un ancianito muy fuerte tan nudoso y robusto como su pariente el roble. "El de la mano blanca" es una fina mujer nacida del abedul. Pero aunque muchos árboles son los hogares de los elfos, el saúco tiene sin duda la población élfica más alta. Los ejemplares con frutos son las casas de la Madre Saúco, la Hyldeqvind y Frau Holunder, mientras que los árboles machos dan cobijo a los genios masculinos que tienen bastante talante: el Puchkait prusiano y el Owd Lad inglés. Bajo las raíces del árbol viven multitud de pequeños elfos como los Kobolde alemanes habitantes de los árboles y los Barstukken y Markopolen rusos que están bajo la supervisión de los Puschkait.
Debido a que las vidas de los elfos del saúco están ligadas a las de los árboles nativos, actúan siempre protegiéndolos. Siempre es más seguro pedirles permiso antes de cortar una rama o incluso de coger sus frutos. En Alemania, antes de arrancar una rama hay que decir en voz alta tres veces seguidas: "Frau Ellhorn, dame un poco de tu madera y yo te daré de la mía cuando crezca en el bosque" y acto seguido, escupir tres veces. Las consecuencias de maltratar a un saúco, de romperle una rama sin permiso o de cortar el árbol son siempre muy serias. Las madres del Saúco y los Padres del Saúco tienen varios medios de vengarse. Si esto ocurre, sólo hay un medio de acción: ofrendas y ensalmos para el árbol afectado.
Los elfos de los árboles prefieren árboles que den frutos, pero se sabe que viven también en otros árboles. entre las muchas especies de elfos de los árboles hay que incluir el Boruta polaco, un genio del pinabeto, el Tuometar finlandés, elfo del cerezo, Hongatar y Katajatar, Löfviska, de dinamarca, los genios del nogal en Inglaterra, Melch Dick y Churn Milk Peg, el lascivo Rhagana y las Nereidas que viven en los árboles de Grecia.
La imagen del árbol anciano cubierto de minerales y piedras preciosas es una creación de Isabel Tate que observa la naturaleza para modelar y expresar en sus obras los seres que habitan en ella.
Guia de campo de las hadas y demás elfos N. Arrowsmith y G. Moorse
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