El estudio de las mitologías germana y nórdica presenta antes que nada graves dificultades sobre todo a los documentos con los que contamos para intentar conocerlas: o bien son de carácter arqueológico y, como tales, raras veces permiten certezas absolutas; o bien son de naturaleza literaria (runas, poemas édicos y escáldicos, testimonios de observadores no germánicos, más tarde las sagas islandesas) y, en ese caso, presentan importantes problemas de interpretación o de desciframiento. Por poner tan sólo algunos ejemplos, las runas son antiguas y hacen su aparición hacia el siglo III de nuestra era, pero los especialistas todavía se preguntan acerca de su significado; nuestras dos fuentes principales, complementarias por otra parte, la Edda poética y la Edda de Snorri Sturluson, fueron compuestas, en la forma en que las conocemos, en el siglo XIII por literarios formados en la cultura cristiana quienes, con frecuencia, ya no entendían (y, en cualquier caso, ya no vivían) aquello de lo ...